Hoy, con alegría, los catequistas de la Iglesia recibimos la noticia de que el cardenal Robert Francis Prevost O.S.A. ha sido elegido como Papa León XIV, el sucesor número 267 de Pedro. Su historia y su perfil pastoral son un signo de esperanza para quienes trabajamos en la transmisión de la fe.

León XIV no es solo un hombre de sólida formación intelectual —matemático, filósofo, doctor en Derecho Canónico—, sino sobre todo un hombre misionero, de terreno, de comunidad. Vivió más de 40 años en Perú, donde acompañó a comunidades rurales y vulnerables, escuchando sus alegrías, dolores y preguntas. Esta experiencia marcó profundamente su modo de anunciar el Evangelio: con sencillez, cercanía y atención a las personas concretas.

Para quienes trabajamos en catequesis, su elección resalta la importancia de volver siempre al corazón del anuncio: llevar a Jesús a la vida cotidiana, construir comunidad y ayudar a crecer en la fe a través de la escucha y el acompañamiento. Su estilo pastoral, abierto al diálogo y atento a las periferias, nos anima a renovar nuestro servicio catequístico, siendo rostros de una Iglesia que acoge, enseña con amor y se mantiene cercana a quienes más lo necesitan.

Desde la Iglesia en Santiago, los catequistas nos unimos en oración por León XIV, pidiendo al Espíritu Santo que lo ilumine en su nueva misión como Pastor universal. Que su testimonio de vida misionera nos inspire a seguir anunciando el Evangelio con alegría y pasión.