En este segundo domingo del tiempo ordinario, el catequista Juan Calderón, de la Zona Sur, medita sobre el Evangelio de San Lucas, recordándonos el papel esencial de María en las Bodas de Caná. Calderón enfatiza cómo María, atenta a las necesidades de los demás, provoca el inicio de la misión de Jesús al invitar a los sirvientes a confiar en Él: “Hagan lo que Él les diga”.

En su reflexión, Juan destaca que María, como madre, actúa con compasión y confianza. “Ella no está obligada a hacer nada por esta pareja, pero reconoce que su hijo es la respuesta a todas las necesidades de los hombres”, señala.

El mensaje central de este Evangelio es una invitación a los catequistas a seguir el ejemplo de María: reconocer las necesidades de los demás y llevarlas a Jesús con humildad y fe. “Nosotros, como catequistas, estamos llamados a ver las necesidades de los demás, porque es Jesús quien vive en nosotros y en nuestros hermanos”, afirma el catquista

Además, el catequista subraya la importancia de la compasión activa: “No hay mayor medicina para curar tantas heridas que un corazón que sepa de misericordia, que sepa tener compasión ante el dolor y la desgracia”. Inspirados en María, somos invitados a estar atentos a quienes carecen del “vino de la alegría” y ser instrumentos de esperanza para los que sufren.

Finalmente, Juan anima a todos los catequistas a pedir a María su intercesión: “Que nos dé fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor”. En este camino, la compasión y la acción se convierten en la mejor manera de llevar a otros hacia Jesús.