Este cuarto domingo de Adviento, Lucy Rozas, catequista de la zona sur, nos invita a meditar en el evangelio según San Lucas (1, 39-45). La escena, en la que María visita a su prima Isabel, nos muestra una profunda lección de fe, humildad y amor al prójimo.

María, al conocer el embarazo de su prima anciana, no duda en emprender un largo viaje para acompañarla. En este gesto, destaca Rozas, “vemos cómo María se pone a disposición de Isabel por amor, invitándonos a reflexionar sobre cómo podemos vivir hoy el mandamiento nuevo de amarnos los unos a los otros”.

Durante este encuentro, Isabel, llena del Espíritu Santo, reconoce la grandeza de María y la alaba con las palabras: “Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. Para Rozas, este momento subraya la fe inquebrantable de María, “dichosa por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor”.

Lucy nos anima a seguir el ejemplo de María, que con gestos sencillos nos enseña a acompañar a quienes lo necesitan, ya sea en la soledad, el sufrimiento o la falta de esperanza. También resalta que la verdadera felicidad radica en nuestra fe: “Creer en el Señor y fortalecer nuestra fe a través de la oración es el primer paso para ser felices”.

En vísperas de la Navidad, Rozas nos deja un mensaje lleno de esperanza: “Que el Señor llene de alegría, amor y salud a nuestras familias. Que podamos profundizar nuestra fe y vivirla con humildad y servicio”.