En su reflexión sobre el Evangelio del día, la catequista Carmen Gloria Valenzuela resalta la profundidad de las enseñanzas de Jesús, especialmente en cuanto a la necesidad de morir para dar fruto. En el contexto de la Cuaresma y la preparación para la Semana Santa, Carmen Gloria invita a la reflexión sobre las mortificaciones, penitencias y ayunos como medios para adherirse al plan divino y participar en la obra salvífica de Cristo.

En su análisis del Evangelio de hoy,  invita a la comunidad a reflexionar sobre la profunda enseñanza de Jesús acerca de la muerte y la resurrección. Destaca cómo el Señor explica que para dar fruto es necesario morir primero, una lección que adquiere especial relevancia en este tiempo de preparación para la Semana Santa.

Carmen Gloria enfatiza que nuestras prácticas cuaresmales, como las mortificaciones, penitencias y ayunos, no son simples actos de sacrificio, sino que nos preparan para adherirnos al plan de Dios y participar en su obra redentora. Resalta que, al igual que Jesús fue glorificado por Dios Padre mediante su sacrificio en la cruz, nosotros también estamos llamados a morir a nosotros mismos para luego vivir y reinar con Él.

Para la catequista, este tiempo de preparación nos invita a reflexionar sobre el significado profundo del sacrificio de Jesús y cómo nuestra propia disposición a morir al pecado y las pasiones mundanas nos permite experimentar la plenitud de la vida en Cristo. Al unirnos a la muerte y resurrección de Jesús, participamos en la derrota del mal y en la victoria del amor de Dios sobre el mundo.

En conclusión, el comentario de la catequista resalta la importancia de comprender y vivir el misterio pascual en nuestras vidas diarias, reconociendo que la muerte es el camino hacia la vida eterna y la glorificación en Dios.