En este segundo domingo de Cuaresma, los catequistas de la Parroquia Natividad del Señor, Zona del Maipo, se sumergieron en la proclamación del Evangelio, revelando la transfiguración de Jesús como verdadero Dios y verdadero hombre. Julio Huidobro e Ingrid Castillo, catequistas bautismales, destacaron la importancia de escuchar y seguir el mensaje de amor que nos dejó el Hijo amado de Dios.

Los tres discípulos privilegiados, Pedro, Juan y Santiago, acompañaron al Señor a una montaña, siendo testigos de la gloriosa transfiguración. En ese momento transcendental, la voz de Dios resonó, proclamando a Jesús como su Hijo muy amado. La presencia de Moisés y Elías, profetas heraldos del Salvador, subrayó la conexión divina de Jesús con las Escrituras.

Este evento trascendental no solo ilustra la naturaleza divina de Jesús, sino también el misterio que envuelve a la Iglesia. La invitación divina a escuchar a Jesús a través de su Evangelio y aplicarlo en la vida diaria se presenta como un llamado a fortalecer la misión de la comunidad. La oración, como fuente de fortaleza, impulsa a los creyentes a continuar sirviendo y amando de manera fraterna.

Así, la transfiguración de Jesús no es solo un relato del pasado, sino un recordatorio de la llamada constante a vivir el mensaje de amor y servicio, fortaleciendo la misión de la Iglesia en el día a día.